Herbalife ha sido y es, para mí, una caja de sorpresas que en poco tiempo ha cambiado mi salud, mi aspecto, mi autoestima, y con ello ha aumentado también mi calidad y mi esperanza de vida. Yo no soy nutriólogo, por lo que no hablaré aquí de química, ni de estadísticas, ni de "colon irritable". En las líneas siguientes hablaré de mí, de mi caso y de mis resultados que, eso sí es un tema que conozco, y explicaré con palabras que todo el mundo entienda, lo que creo que puede ayudar a mucha gente como a mí.
-->De antemano aviso que voy a contravenir un poco las indicaciones de mi asesor nutricional, mi querido amigo Alberto Aranzábal, Beto, (yo sé que me comprenderá), pues yo me niego a ver a Herbalife como un negocio, aunque puede serlo para muchos, y muy bueno por cierto. Yo no quiero verlo como un negocio porque para mí es salud, filosofía en todo caso, y soy de los que piensan que hay que poner a la salud siempre por encima de los negocios.
Me han dicho, Beto y muchos otros, que como distribuidor de productos Herbalife tengo que divulgar lo que es la oportunidad de negocio que ofrece Herbalife, pero creo que antes hay que ser solidario (nadie nos viene atropellando financieramente) y creo que antes hay que permitir que otras personas conozcan su potencial beneficioso que muchos cacarean pero pocos saben explicar siendo realmente simple. Ya en otro artículo he explicado en qué consiste la oportunidad de negocio, por lo que no lo voy a repetir aquí.
Convencer a este cabezota que soy yo, del consumo de unos productos aparentemente desnaturalizados, no ha sido una tarea nada fácil, de hecho hasta que no vi con mis propios ojos y sentí en mis propias carnes sus sorprendentes efectos, no sólo no le entraba a consumirlo sino que lo detestaba, me parecía un timo, e incluso creía que sus productos eran caros y perjudiciales para la salud.
Sí, yo era uno de los detractores más activos de Herbalife. Y hoy, después de hablar con muchos médicos, y probarlo en mí y en mi familia con resultados que algunos calificarían de milagrosos, debo rendirme a sus encantos, y pasar esta maravilla a otras personas. De hecho, no tenía pensado poner una tienda on-line en Acuamaniacs, pero viendo que es perfectamente compatible con los contenidos y la intención de este portal, pues he puesto los productos de Herbalife al alcance de cualquiera que quiera probarlos.
Yo soy una persona que adora la comida casera, y cuanto menos elaborada mejor, digamos que me considero naturalista en lo que que a gastronomía se refiere (así como en muchos otros aspectos). Por lo que cambiar mis guisos sagrados por unos polvos, por muy mágicos que fueran, no me parecía en absoluto una idea ni medio buena.
Pero mi curiosidad, unida a la insistencia de mi querido sponsor y amigo Beto, hicieron que probara los productos básicos de Herbalife sin renunciar a mi dieta convencional. Obviamente no bajé de peso, pues sólo añadí nutrientes a mi dieta sin quitarme de nada, sin embargo, en lugar de engordar empecé a observarme cosas muy curiosas, entre las que destacaría:
- Mayor resistencia en el deporte. Tripliqué, en menos de un mes, el número de abdominales, flexiones, largos de piscina, etc.), incluso había momentos en que no lograba cansarme con determinados ejercicios, como si mi cuerpo entrara en un estado de feliz piloto automático.
- Mayor rendimiento en mi trabajo. Yo soy en esencia escritor, aunque me gano a vida diseñando sitios web y desarrollando contenidos multimedia, con lo que mi desgaste laboral se manifiesta, según las ocasiones, en un cansancio en forma de hastío, falta de motivación, aburrimiento, sueño no reparador e incluso insomnio, hasta verdadera depresión emocional en momentos extremos, es decir, mi fatiga suele ser de tipo intelectual y nerviosa. Desde que tomo Herbalife todos estos trastornos desaparecieron, incluso un principio de ulcera que me había surgido en asociación con el estrés, simplemente ya no está, se fue.
- Mayor conciencia. Mayor conocimiento sobre mi persona, no sé si por aumentarme las ganas de hacer deporte, o por sentirme más creativo, o simplemente por poder desconectar de todo y relajarme, incluso volver a tener ilusiones como cuando era un niño, cambió la percepción que tenía de mi mismo, y empecé primero a comprenderme, luego a respetarme, luego a quererme, y, finalmente, a mimarme y a darme la importancia que merezco, cultivando tanto mi cuerpo como mi espíritu.
- Sobra agregar que otra consecuencia de lo anterior, o quizás la causa, sea que creció igualmente mi autoestima, creció mi autoconfianza, descendieron mis preocupaciones (no los problemas sino mi manera de percibirlos), también descendieron mis temores, mis inseguridades, mejoró mi carácter, mi relación con los demás, descendieron mis prejuicios ante muchas cosas, mis celos e incluso cierto odio competitivo hacia otras personas... una sensación rar pero que me encanta.
- Algo muy curioso que contradice muchas veces el marketing convencional de Herbalife es, que yo no bajé de peso,yo sólo me puse duro, es decir, aumentó mi índice de masa muscular en el cuerpo, y mejoró mi sistema inmunológico muy notablemente, de lo cual no se habla mucho en las citadas campañas.
Yo me considero una persona sana, normal, ni rico ni pobre, y que no sabe si es o no feliz, pues aún no sé muy bien en qué consiste ese estado, pero si sé que soy un poco más consciente de mi papel en la vida, y más capaz de lo que yo creía para muchas cosas, entre ellas la de disfrutar en cualquier situación, y si no, simplemente observar y aprender de lo que me llegue o me encuentre en cada momento, y sobre todo, a "Vivir", con mayúscula, cada momento que pasa en mi tiempo.
Este curioso cambio en mi vida llegó a la vez que Herbalife. Yo no sé si cambié por tomar Herbalife, o Herbalife llegó a mí por mi afán de cambiar. Lo cierto es, que ahora sé que el éxito, el poder creativo, la abundancia, o la divinidad, si se quiere llamar así, empieza desde adentro, desde el nivel celular y nuestro pensamiento, motivo por el que nutrirlos a ambos adecuadamente es tan fundamental para lograrlo, como demencial sería ingerir un veneno o productos declarados tóxicos, a sabiendas.
¿Pero, qué demonios tiene Herbalife para hacernos tan poderosos?
Aunque a veces hablo de espiritualidad como si fuera un iluminado o un gurú (sin serlo), lo cierto es, que soy tan extremadamente racionalista, y a veces tan recalcitrante empírico, que toda información que llega a mí tengo que verificarla. Siempre ha sido una de mis mayores manías el analizar y contrastar cualquier nueva información, antes de procesarla, asimilarla y aceptarla como válida, o bien, rechazarla si se verifica la hipótesis contraria.
Es por ello que antes de tomar los polvos mágicos investigué soberanamente la vida y milagros de Herbalife, y si te soy sincero, al principio creí que se trataba de una secta piramidal o algo peor. Pensé incluso que entre las sustancias que componen los preparados de Herbalife pudiera haber algún tipo de estupefaciente o sustancia prohibida.
Pero nada de eso, más bien lo contrario. Averigüé que los principios nutricionales de Herbalife están inspirados (por no decir copiados) en los de la agencia NASA, donde invirtieron y se sigue invirtiendo una enorme cantidad de recursos en investigar la fisiología de la nutrición para mantener en perfectas condiciones el cuerpo y la mente de los astronautas que van a pasar largas temporadas en el espacio.
Tanto astronautas como alpinistas encontraron en Herbalife la clave para sus conquistas, dado que con está tecnología nutricional aliviaban enormemente el peso de su avituallamiento, a vez que mantenían el estado óptimo físico y mental, tanto para alcanzar las cumbres de la Tierra como las del espacio.
Las mezclas de Herbalife contienen todos los nutrientes que el organismo necesita pata mantenerse en perfecto estado (o recuperar la salud) por largos periodos de tiempo, y, sobre todo, estando cuando cuando es sometido a un gran esfuerzo físico y mental. Hay toda una gama de variantes indicadas para diferentes necesidades, perfiles y patologías.
He observado que todo el mundo, sin excepción, presenta alguna forma de carencia nutricional en diferente grato, y que hay mucha gente mal nutrida de forma patológica y crónica, como por ejemplo, los obesos. A mí me llamó mucho la atención la paradoja que supone que una persona que ingiere alimento de forma masiva, se encuentre a la vez desnutrida.
Pero así es, una alimentación deficiente, es decir, comer mucho de unas mismas cosas, y muy poco o nada de otras cosas, hace que el organismo almacene todo el sobrante de lo que ingiere y no consume, y que pida más comida a nivel subconsciente con la esperanza de que se ingiera algo diferente que aporte precisamente los nutrientes que carece. Y es la pescadilla que se muerde cola, cuanto más desnutrido se encuentra alguien, más se ingiere, y más se engorda, en contraste con muchas personas delgadas que está perfectas desde el punto de vista nutricional.
Expresiones como "ah, es que su constitución es delgada", o, "come todo lo que quiere y no engorda, no´se dónde lo mete", evidencian este enorme desconocimiento sobre las causas de la obesidad.
Si al organismo se le proporciona todo tipo de alimentos y en la proporción adecuada, la persona jamás engorda, y se encuentra además de sana, contenta. Por contra, si una persona tiene una mala alimentación prolongadamente, la persona engorda, y, normalmente, también se encontrará débil, enferma y triste. A esta persona, no habría más que enseñarla a comer, y a mantener un ejercicio moderado, para que, sin excepción alguna, lograse en poco tiempo uno de esos cuerpos del tipo de las estatuas griegas que tanto adoramos.
Este es eje central de la actual ciencia de la nutrición. Sin embargo, obedecer al nutriólogo con la sal, la salsas, las bebidas, además estar todo el día en el mecado comprando lo mejor y luego en la cocina preparando el pescadito, el bistec, la ensaladita, el coctail de frutas, el cocido de legumbres, el toque de frutos secos, etc. es una tarea ardua que la mayoría de la gente no puede permitirse, pues hay que trabajar y atender a otras obligaciones.
Obedecer esas indicaciones además de de ser una ardua tarea también sale caro. De hecho, comer saludablemente es de ricos. El que está gordo es porque sigue inexorablemente la dieta del pobre (abundante en carbohidratos y casi nula en todo lo demás).
Y es ahí donde entra en juego Herbalife para meterle una goleada al desorden de la vida frenética del ser humano actual, ya que puedes proporcionarle al organismo toda la nutrición de los alimentos mencionados, todas las vitaminas, proteínas y principios inmediatos que el cuerpo necesita, con tan sólo dedicar un minuto a poner dos cucharadas de formula 1 (por ejemplo) en un poco de agua o leche para batirlo, y otro minuto para bebértelo.
Cuando puedo me voy al mercado y compro lo que necesita mi cuerpo y mi mente, e incluso me doy mis caprichos. Pero en los días que eso no es posible o que me voy a la montaña, saco mi batido de chocolate (soy goloso) y quedo listo para un bombardeo.
Para mí ha sido fantástico este descubrimiento. Yo no he conseguido en los meses que llevo tomándolo, un físico como el de Cónan el Bárbaro (todavía), ni mucho menos, pues no soy modelo y no quiero renunciar a diversos caprichos que ofrece la fauna gastronómica, ni a la vida sedentaria de mi trabajo, pero sí puedo asegurarte me siento mucho más fuerte, más ligero, más despierto y más contento desde que una de mis comidas diarias la hago en forma de Herbalife.
Os lo recomiendo amigos acuamaniacos, todo lo que tenéis que hacer es probarlo y observar qué pasa, observáos.